Lilihoski García: Atrapando Sueños y Cruzando Fronteras
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Lilihoski García, oriunda Pariaguán pero nacida en El Tigre, estado Anzoátegui, Venezuela, es un ejemplo viviente de pasión, perseverancia y la disciplina. Desde sus primeros pasos en el Deportivo Anzoátegui hasta su aventura en la Liga de Ascenso de Brasil con el Sao Raimundo Boavista, y finalmente su llegada al fútbol ecuatoriano con Liga Deportiva Universitaria en 2020 y otras canteras deportivas del Ecuador, su carrera ha sido un testimonio de dedicación y amor por el fútbol. La Copa Libertadores de 2021 en Paraguay no solo fue una competencia, sino una vitrina que resaltó su talento y determinación ante el mundo.
El camino hacia convertirse en arquera estuvo lleno de desafíos y lágrimas, pero cada obstáculo superado reforzó su resiliencia. ‘Lilio’, como cariñosamente la conocen, tuvo que pausar su formación académica en instrumentación industrial para seguir su sueño futbolístico en Brasil, un sacrificio que habla de su compromiso con el deporte y su desarrollo personal.
Tras un interludio en Venezuela para completar sus estudios, Lilihoski se destacó en las selecciones Sub 17 y Sub 20 de Venezuela, participando en campeonatos sudamericanos y representando a su país con honor en Fechas FIFA. Su amor por el fútbol y su país natal son las fuerzas que la impulsan, manteniendo siempre en alto el nombre de Venezuela.
La decisión de migrar a Ecuador fue impulsada por el deseo de crecimiento profesional y la esperanza de brindar una mejor calidad de vida a su familia. Este nuevo capítulo trajo consigo esperanzas y sueños, pero también el desafío de adaptarse a un nuevo entorno lejos de su familia y su tierra natal.
Su llegada a Ecuador fue marcada por la calidez y el apoyo de su nuevo equipo, que le abrió no solo las puertas al fútbol profesional ecuatoriano sino también su corazón, haciéndola sentir parte de una nueva familia. La pandemia del COVID-19 presentó desafíos sin precedentes, pero la solidaridad y calidad humana de quienes la rodeaban le demostraron que, incluso en los momentos más duros, no estaba sola. Y ese momento recuerdas a las personas que estuvieron y continúan a tu lado, que te impulsan, inspiran y sostienen.
Como futbolista en Ecuador, Lilihoski ha inspirado a cientos de jóvenes atletas, especialmente a niñas que sueñan con seguir sus pasos en el fútbol. Su viaje es un claro ejemplo de cómo la disciplina, el trabajo duro y la dedicación pueden llevar al reconocimiento y al éxito, no solo en el deporte sino en cualquier ámbito de la vida. Ella evoca la constancia con una cálida sonrisa y la pasión brilla en sus ojos cuando logra atajar un balón. Sin duda, alguien que cuando sale a la cancha y se para bajo los tres palos es capaz de darlo todo en la cancha de juego y defenser una victoria con el talento que la caracteriza.
Para las mujeres venezolanas y migrantes en general que llegan a Ecuador, Lilihoski ofrece un mensaje de esperanza y resiliencia. Subraya la importancia de mantenerse fieles a uno mismo, crecer en todos los aspectos de la vida y enfrentar las adversidades con positividad y confianza en las propias capacidades. Mientras sonríe con seriedad nos recuerda lo valientes que podemos ser y las grandes batallas que podemos pelear siempre enfocadas en aquello que soñamos lograr.
La historia de Lilihoski García es más que la de una atleta talentosa; es la narrativa de una mujer valiente que ha navegado por las complejidades de la migración con gracia y fortaleza (para algunos un proceso migratoria diferente, pero un proceso migratorio al fin y que también golpea en los huesos cuando nos detenemos a pensar en la complejidad de migrar). Su travesía resalta la capacidad innata de superar obstáculos, adaptarse a nuevas culturas y, sobre todo, contribuir de manera significativa a su nueva comunidad.
En cada entrenamiento, partido y oportunidad de mentoría, Lilihoski lleva consigo la bandera de Venezuela, recordándonos el poder del deporte para unir, inspirar y transformar vidas. Su legado en el fútbol ecuatoriano y en la comunidad migrante es un testimonio del espíritu indomable que caracteriza a las #MujeresSinFronterasEc, motivando a las futuras generaciones a perseguir sus sueños con la misma pasión y determinación.
Lilihoski García
A todas esas personas migrantes en especial a las mujeres venezolanas quiero decirles que independientemente del lugar donde estemos no dejemos de ser nosotras mismas, de seguir creciendo a nivel personal, profesional y laboral, que a pesar de las dificultades o las situaciones que nos toquen vivir las afrontemos siempre con positivismo, creyendo en nosotras y confiando en que somos capaces de superar cualquier adversidad y alcanzar lo que nos propongamos.
Lilihoski García
A todas esas personas migrantes en especial a las mujeres venezolanas quiero decirles que independientemente del lugar donde estemos no dejemos de ser nosotras mismas, de seguir creciendo a nivel personal, profesional y laboral, que a pesar de las dificultades o las situaciones que nos toquen vivir las afrontemos siempre con positivismo, creyendo en nosotras y confiando en que somos capaces de superar cualquier adversidad y alcanzar lo que nos propongamos.